Este no es uno de los cuentos que más me desagraden, pero hace mucho mucho tiempo me contaron una segunda versión de este cuento. como no se trata de analizar los cuentos, sino hablar de las princesas, voy a intentar hacer una mezcla, entre la segunda versión, y mi visión de la Cenicienta...
¿Que madre tan hijaputa, puede llamar a su hija Cenicienta?, no me extraña que muriera en el parto, poniendo esos nombres a las niñas, ya estaría maldita y el demonio se la llevo para dirigir una parte de su reino.
Cenicienta nació como todas las princesas, en un castillo, con un padre que le daba a los burdeles y un servicio de limpieza tan mal pagado que solo trabajaban los ratoncitos porque no les quedaba más remedio ya que había una leyenda negra de que si abandonaban el palacio se tirarian por un barranco al ritmo de una nueva música de flauta que se llamaba Jamelin.
Esta chiquilla, curiosamente tampoco destacaba en nada de nada, salvo que era la favorita de papa, pero claro, ya hay que ser absurdos, muerta la madre y el palacio vacío, la favorita de papa no iba a ser la ninfa de piedra de la fuente.
Por cierto, ¿todos estos cuentos sucedieron cronológicamente y hablamos del mismo reino? o, es que antes había un reino por cada cuatro habitantes?. En fin, sigo sin entenderlo.
La infancia de la Cenicienta, era de lo más aburrida, La Bella Durmiente Dormía, Caperucita no había nacido y, a una tal Blanca nieves le daba por jugar con unos enanos travelos, así que la Ceni no tenía ni un puto amigo, pero al fin y al cabo, esta es una cualidad común en nuestras princesas de cuento.
De vez en cuando iba a correos a ver si había alguna carta certificada para ella mandada por su padre desde algún burdel, pero por lo general nunca hubo cartas.Un mal día, el padre llegó de uno de sus viajes, y venía como muy debilucho. Así que la Ceni, se quedó un poco perpleja, al ver que enganchada a la bragueta del padre, iba una boca, que pertenecía a UNA MADRASTRA MALA Y MALVADA CON MALA VIDA QUE YA HABIA TENIDO DOS HIJASTRAS.
¿Como se entiende que la Madrastra ya se llamara Madrastra? no lo se, pero haciendo una investigación exhaustiva en el Registro Civil de Ravensbook, no hay ninguna partida de nacimiento que indique el nombre de la Madrastra, esto puede ser debido a dos motivos, o bien la Madrastra no fue registrada al nacer, o bien nació en otro registro distinto al de Ravensbook, hecho que por dificultades técnicas no podemos averiguar al no poder visitar todos los registros del mundo, porque perfectamente la Madrastra podría haber sido sueca, china, o aborigen.
Las cosas cambiaron un poco en el Palacio con la Llegada de La Madrastra . Las cenas eran distintas, porque ahora en la mesa se sentaba el Papá, La madrastra mala, las hermanastras malas y la Ceni.
Si, ya se que cuentan que al morir el padre fue la ceni la que se encargo de todas las tareas.
ESO ES MENTIRAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA
Todo comenzó en vida de su propio padre, y no fue la Malamadrastra la que la inició en las tareas domesticas.
la madrastra preguntaba ¿Ande esta la sal? y el padre decía, .-Que la traiga la Ceni que sabe andestá.
Las hermanastras decían.- ¿Andestá lascoba, pa barré nostra habitasión que guele a posilga cochambrosa?y el Padre decía.-Que barra la Ceni que sabe andesta lascoba, lelcogedó y tos los ratones.
La Madrastra decía.- Jai que vé ramón, que susiostá lespejo.- A lo que el padre contestaba.-Miñiana que suba la Ceni y lo limpie que sabe andestá lespejo.
y así, poco a poco, la Ceni se fue encargando de todo, hasta que un día harta de todo el Principado, dijo.- que traiga la mermelada y los cruasanes la hermanastra que también sabe andes tan.
Y el padre le dijo.- Pero Ceni, cariño, siempre trastu la mermelada, stáes tu casa, tu sabes andesta tó. A lo que la Ceni dijo para sus adentros.- Menos los dineros padre, que eso si sabe andesta la madrastra y yo ni piaja pa ná.
El Padre, muy estricto, pegó tal bofetón a la Ceni, que desde entonces hasta su muerte, siempre pensaron que era una marca de nacimiento lo que la Ceni mostraba en la cara y que parecían cinco dedos.
La Ceni se quedó, estupefactadisisima y un poco avergonzada al haber sido humillada delante de las hermanastras, y entonces, pronunció unas palabras, que marcaron casi casi el inicio del cuento.-JALÁ Y TE MUERAS PUERCO MALPARÍO.
Como en casi todos los cuentos de princesas, siempre hay un Hada Madrina, hecho que solo sucede en las princesas de antaño, porque está totalmente demostrado, que las princesas de hoy en día no tienen hadas que las protejan de accidentes, divorcios, e infortunios republicanos. Igual alguien tendría que investigar como se extinguieron las hadas, o pasaron a proteger a otro tipo de seres.
Pero en la época que sucedieron estos hechos, no había una princesa sin hada, ni un hada sin varita en todos los reinos. Y mientras la Ceni pronunciaba aquellas palabras, pasaba frente a ella su hada madrina que se prestó a cumplir el primer deseo de princesa.
El padre, y un precioso cerdito del establo que acababa de nacer en un parto dificil murieron al instante.
El tiempo pasaba despacio en Palacio. La Madrastra, bordaba en las mañanas, canturreaba, miraba por la ventana y bordaba por las tardes. Las hermanastras poco a poco iban descubriendo su sexualidad. Y la Ceni, la Ceni limpiaba, planchaba, cocinaba, compraba, colocaba, ordenaba, y hacia muchas cosas que terminaban en aba, lo que hizo que:.-A los dieciocho años, las hermanastras estaban estupendas, habían dedicado su vida al culto al cuerpo, sus cabellos eran preciosos, sus labios gruesos, enormes pechos, dos cada una, graciosas en la manera de andar y sentarse, conocedoras de todos los bailes de salón, protocolarias, educadas, ingeniosas y prácticamente dos bellezones de poco uso, ya que en el reino de la Ceni no había nadie como ellas.
Ignoro como la Disney siempre ha dicho que las hermanastras eran feas y de pies grandes, existe un cuadro al óleo en el Condado de trent, que se titula, hermosas con rosas, y en el se puede apreciar la belleza de las hermanastras
Pero la Ceni tenía un cuerpo que ole, ole y ole, vamos que estaba estupenda y sin ir al gimnasio. La Ceni no tenia ni la pequeña flacidez que asomaban en los brazos de blanca nieves. Ni las nalgas caídas de la Bella Durmiente. La Ceni estaba maciza y dura porque se había currao un cuerpo de escándalo. Tenía poco pecho, como cualquier gimnasta pero hasta ese detalle, le dio una importancia a su físico en el futuro.
No es que la Ceni, tuviera una cinturilla de avispita marcada por alguna abdominal, y la carne prieta no. La Ceni tenia unas espaldas que si se ponía un chal al sentirse resfriada primero se calentaba un hombro y luego el otro. Sus manos eran fuertes, y sus bíceps perfectamente formados. Sus piernas eran grandes, marcadas, y muy velludas, pero es que la epilady llegó al reino mucho tiempo después.
Al estar todo el día sola, las pocas palabras que llegaba a pronunciar eran roncas y fuertes. El moñito que saca la Disney en la foto de la cenicienta, es falso, la Ceni llevaba el pelo corto, lógico en una persona que esta gran parte de su vida fregoteando el suelo y esta harta de ir barriendo pelusillas con su propio pelo. Además, la Ceni no iba nunca a ningún sitio, así que rapada, al dos, siempre fresquita y sin liendres.
Dicen que la Madrastra obligaba a la Ceni a dormir en la pocilga, pero esto tampoco es cierto. Margarita Olivares en su "Crónica de mis visitas a las princesas" relata perfectamente como haciendo una visita a la Madrastra de la Ceni, observó que la chiquilla tenía la habitación hecha un asco.
Pero es normal, a la Ceni no le quedaba tiempo para limpiar su territorio. Así que si ella dormía en pocilga comparable, es precisamente porque la Ceni se lo había buscado.
Una tarde de primavera, exactamente el 14 de abril de 1852, a las 15 y 17 minutos de la tarde, el timbre de la puerta se hizo sonar tres veces, al golpe de CORREO REAL.Desde luego debía de tratarse de un tipo de Correo Extraordinario, porque los carteros normales terminaban como en todo el mundo su turno a las tres de la tarde y no hacían ni un minuto más ni un minuto menos. Cosas de fijezas laborales principescas de todos los cuentos.
La Carta original decía así:En el reino encantado de WinniPoo, su Majestad se complace en invitar a todas las mozas casaderas de la casa para que asistan a palacio el 15 de Mayo del presente, para ver el pollamen del Principamen.
El príncipe, que se llamaba Alberto, había borrado del Word la invitación original y había gastado esa pequeña broma, pero a Alberto, todo se lo perdonaban. El Padre de Alberto, casado con una actriz circense, hacía tiempo que sospechaba que Alberto no iba por el buen camino, así que dado que sus hermanas habían salido unas dislocadas cerebrales y andaban ahora con un domador de circo, ahora con un guardaespaldas, ahora con un príncipe meón, decidieron que había llegado la hora de darle a Alberto una princesa.
En un principio Alberto entendió que le iban a nombrar princesa, y eso le emocionó y le fascinó, pero después entendío de que se trataba y dijo ea, así sea.
La Madrastra, al mirar a sus hijas autenticas, y a la musculada Ceni, se dio cuenta en seguida de que la que más parecía un camionero era la Ceni, y era la que más posibilidades tenía de ganar el corazón de Alberto, alguna intuición tendría ella o algún comentario malévolo habría oído, así que como ya sabia que la Ceni era muy rencorosa y que como se liara a ostias salían todas a patadas del castillo, astuta y cariñosamente hizo llamar a la ceni .
-¿Que quiere la señá?.- Preguntó la Ceni mientras escupía al suelo, al tiempo que se arrodillaba y con la saliva quitaba una manchita del parqué.
La madrastra, disolvió unos hongos molidos en medio vasito de agua, haciéndoselo beber a la Ceni y le dijo.- Mijastra, quio que pruebes esté té paver sistá caducaó, no vaya a ser que le provoquemos una diarreita a las hermanastritas..
-Pos vale.-Dijo la Ceni, que se bebió el brebaje de dos tragos, digo de dos, porque la Ceni siempre hacía una pausa para eructar.
A los diez minutos, la Ceni, ya no veía a la Madrastra, sino a una especie de ángel iluminado que le iba quitando la camiseta de tirantes y la falda remendada que siempre llevaba..
-¿Eres mi hada madrina?.- Preguntaba la Ceni a la madrastra mientras esta iba pegando sobre el pecho de la ceni, unos pelos negros y rizados, que mejor no preguntar de donde provenían.
.-Si, sojoía, soy tu Hada Madrina. Las Hermanastras que no sabían de que iba la vaina, andaban como locas por la habitación, y la ceni que las vio comenzó a decir .-Ainssses, si son mis ratoncicillos, venid a mi bonitos venises a mis.
-Hasé lo que dise la drogada viciosa esta no vaya a ser que se nos altere.- Dijo la Madrastra mientras ahora pegaba los mismos pelos por los brazos de la ceni y por la cara a modo de barba tupida..
-Escúchame bien, joiaporculo.- Le Dijo la Madrastra a la Ceni.
-Dígame Hada Linda, Dígame.-He aquí, llegado este momento, donde la Madrastra se la coló del todo.-Iras a Palacio, y conocerás al príncipe Alberto, le dirás que te llamas Ceni pero que en la intimidad prefieres que te llamen Antonio Machirulo. Estarás pendiente del príncipe todo el tiempo, pero recuerda una cosa .- La Madrastra miró el reloj, y calculó lo que le podía quedar de efecto alucinógeno a la criatura.- A las doce de la noche, volverás a casa, o de lo contrario El Chocho feo que tienes se te convertirá en Melón. Y esos zapatos de Cristal que llevas, se te quedarán pegados a los pies para siempre y te joderán de por vida tus juanetes..
-Vale Hada buena, Hada Linda-, Dijo la Ceni, mientras la Madrastra le afeitaba la cabeza, le ponía unos pantalones de cuero ajustados y una camiseta blanca sin mangas que ponía, Soy Marinero. Y pintaba con tinta azul un tatuaje, que ponía WESWBUKIN WHIR BRASDHUCK.- Que traducido del idioma que se hablaba en palacio significaba AMOR DE MADRE.
Y así fue, como entrando todas las princesas, con lo ultimo de Prada, Dolce Gabana, Luisa, Armani, y con un Alberto cada vez más deslumbrado y fascinado de los vestidos y diademas tan preciosisisimos que veía, apareció La Ceni, con su barba, sus brazos musculosos y velludos, sus piernas bien torneadas y sus zapatitos de Cristal, que joder, ya hay que tener los pies bien descansados para usar esos zapatos.
Dicen que Alberto al ver a la Ceni se quedó con la boca abierta, aquello si que era la princesa de sus sueños, vale, era diferente a las demás, bueno, su propia hermana menor también tenía una espalda grande, pero La Ceni era lo mas parecido a la princesa que el quería tener para siempre.
La Ceni que estaba totalmente confusa, miraba a todos los sitios sin ver nada, solo veía pequeñas lucecitas de colores, y oía una musiquita, pero nada más.Alberto cogió a la Ceni de la mano, y la acompaño hasta la mesa Real, ( digo yo que las otras mesas debían ser imaginarias ). La Ceni, que andaba muy confusa, pensó que un cervatillo le había ido lamiendo la mano y la había sentado al lado de un estanque, y ahora estaba sentada al lado de Julie Andrews y Robert de Niro.
El menú de aquella noche fue bastante sencillo,de Primero sirvieron unos canapés fríos y calientes, a base de hojaldres, con chorizo, manteca de cerdo, foie del patito feo ( cotizadísimo porque era un autentico manjar ya que solo había uno), carne mechada de Bambi, Tambor al ajillo.
Al tiempo que la Ceni iba probando aquellos manjares, el efecto alucinogeno del hongo iba desapareciendo y ya era consciente de que estaba sentada en una mesa cenando y que le picaba la cara.
De primer plato sirvieron una sopa caliente de cola de la sirenita, que la habían pescado aquella mañana.A La Ceni la sopa le sentó el estomago y pudo comprobar que iba disfrazada de mamarracha y que estaba sentado al lado de un hombre de dudosa sexualidad.
De segundo plato, hicieron un guiso de Patatas y oreja de un elefante que lo habían sacrificado en un circo por tener las orejas muy grandes, que estaba el guiso de morirse.
La Ceni recordó de pronto que antes de ir al Baile se le había aparecido el Hada Madrina, y le había dicho un conjuro, que si no volvía antes de las doce, el chocho se le convertiría en melón. La Ceni miró el reloj y eran las doce menos cuarto de la noche. Con voz muy ronca, le dijo a la maricona que tenía a su lado.- Nena, voy a tener que marcharme.A lo que el príncipe le respondió. Spera un poco, que aún no han servido el postre.
DE postre trajeron unas estupendas rodajas de melón, que lo exportaba una india llamada pocahontas y que decían que tenía cualidades afrodidisacas, la india, el melón sencillamente estaba estupendo.
El príncipe cogió una rodaja de melón, y comenzó a recorrer con su lengua toda la rodaja, sorbía, volvía a pasar la lengua, volvía a sorber, acariciaba la rodaja con los dedos y volvía a recorrerlo con la lengua.A la Ceni la entrepierna se le estaba volviendo loca, no dejaba de mirar aquel ser, tan hábil con aquella lengua tan ingeniosa.
El príncipe seguía jugando y jugando con aquella tajada, lenguetazo arriba, lenguetazao abajo, y paró un momento para preguntar.- ¿A que hora tienes que irte?
La Ceni, miró el reloj, se quitó lentamente los zapatos y le dijo.- NO TENGO NINGUNA PRISA.Y colorín colorado, la Ceni se ha acabado.
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