jueves, 24 de septiembre de 2009

Miramé a los ojos y quedaté en mi retina.

Es una pena, que cuando por fin conoces a alguien que realmente merece la pena, llevas tantas penas en tus espaldas que eres incapaz de hacer nada por retener a ese alguien.

Es una pena crecer, porque al hacerlo la razón crece contigo y el corazón se hace cada vez mas pequeño, impidiéndote dar un segundo al impulso.

Es una pena tenerte sentado en el sofá y desear que ese momento durara para siempre y más triste aún saber que tienes el poder de hacerlo y pensar que no es una acción justa.

Si te hubiera conocido hace 20 años, te habría llamado cada día, me habría sentado a esperarte en la puerta de tu trabajo y te habría escrito 20 historias en un segundo para robarte el resto de los segundos.

Me habría esforzado en darte el mayor de los placeres sin pensar ni un momento que yo tambien podia recibir placer.

Es una pena que me encuentre tan cansado que hasta planear un encuentro casual me da pereza.

Que pena, saber donde puedo encontrate y no tener ganas de buscarte.

Que triste que sin tu saberlo seas la persona con la que me gustaria amanecer cada mañana, acostarme todas las noches y secarte todas las lluvias del día.

Es triste crecer y aprender a ser frio, es triste no decir lo que uno siente aunque por dentro te queme un te quiero.

Es una pena ser mayor, haberte conocido y no hacer nada por dejarte marchar.

Mierda de razón que le ha robado la voz a mi corazón.

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